viernes, 30 de octubre de 2009

LA INCORPORACIÓN DE LA MUJER AL MUNDO LABORAL

A partir de 1984, se produce una incorporación masiva de la mujer al mundo laboral. Desde 1984 a 1989, un millón de mujeres ha tenido acceso al desempeño de una actividad profesional. Durante el último trimestre de 1994, el número total de mujeres ocupadas era de más de cuatro millones, que representa el 34% del total de trabajadores del Estado español. El incremento del paro experimentado los últimos años ha afectado también, lógicamente a la mujer trabajadora: el ultimo trimestre de 1994 se llegó a la cifra de 1.857.500 mujeres desempleadas.

Las mujeres desempleadas en general, y sobre todo las mujeres que quieren reincorporarse a la actividad laboral después de estar apartadas unos años del mundo laboral, no tienen facilidades para conseguir un puesto de trabajo asalariado. Este hecho ha provocado que muchas mujeres en estas circunstancias hayan tomado la decisión de montar una pequeña empresa o de crear su propio puesto de trabajo, aprovechando la experiencia laboral y profesional adquirida.

  • Cambios en el entorno social

  • Tradicionalmente, las mujeres siempre han podido intervenir mucho menos tiempo en su vida profesional que los hombres. La existencia de unas costumbres sociales todavía muy arraigadas constituye uno de los principales obstáculos con que se encuentra la mujer para poder desenvolverse profesionalmente. Sin embargo en los últimos años muchas cosas han cambiado en este sentido, y la mujer ha ido accediendo al mundo del trabajo de una forma más regular. Para ello, han sido determinantes los siguientes factores:

    • Matrimonios a edad más avanzada.

    • Planificación de la maternidad.

    • Independencia de la mujer en el ámbito de la pareja.

    • Aumento de la tecnología doméstica.

    • Aumento de servicios personales (servicios domésticos, escuelas infantiles...).

    • Incremento del consumo familiar.

    • Esperanza de vida más larga.

    Todos estos cambios han perfilado la evolución de la sociedad en los últimos años, e inciden en una mayor disponibilidad de tiempo por parte de la mujer y en su independencia económica. Es evidente que todos estos cambios han sido fruto de una transformación socioeconómica, y de la manera de vivir y concebir el mundo, que ha derivado hacia un cambio en la mentalidad de la gente.

    Estos cambios económicos y sociales han mejorado la calidad de vida y han provocado un incremento del consumo. La creación de una nueva clase media con un ritmo de vida que no se puede mantener únicamente con el sueldo del hombre, ha obligado a la mujer a adquirir una formación y cualificación profesional para poder acceder a un puesto de trabajo, y ha procurado situarse a un alto nivel de competitividad para mantenerlo.

  • Cambios en el mercado laboral

  • Los cambios técnico-científicos tan acelerados que han generado la economía y la producción de bienes y servicios en el último cuarto de siglo, así como la internacionalización financiera, productiva y de mercados a nivel mundial, han alterado totalmente las ofertas laborales locales, las relaciones de producción y el concepto mismo de trabajo.

    El concepto de estructura empresarial ha evolucionado considerablemente, en el sentido de que se precisan organizaciones reducibles muy cualificadas y polivalentes para atender la producción de bienes y servicios que genera la empresa, y los nuevos modelos deben tender a reducir al máximo las propias estructuras para reducir el capital de gastos fijos. El objetivo radica en no comprometer el futuro de la empresa a costa de soportar unos gastos de personal improductivos en épocas de recesión de las demandas. Por tanto, se imponen las estructuras externas, flexibles, de colaboración circunstancial, tanto de una obra directa como indirecta.

    Del crecimiento del sector de servicios, del incremento del trabajo autónomo, de las profesiones liberales y de los free-lance, y de la flexibilidad de las estructuras empresariales se deduce que está adquiriendo mucha preeminencia el sector del autoempleo en las profesiones liberales o independientes, que se dan de alta como autónomos y prestan sus servicios en una o diversas empresas de forma externa.

    La diversificación progresiva del mercado de trabajo y el papel cada vez más esencial de la especialización para poder cubrir determinadas necesidades son factores decisivos en el acceso de las mujeres al mundo laboral. de las transformaciones que se están produciendo se derivan las siguientes consecuencias:

    • La mujer ha demostrado su capacidad, aun cuando no se haya aprovechado en un porcentaje muy elevado.

    • Se ha incrementado la competencia profesional femenina.

    • La mujer escoge carreras con mayor potencial de desarrollo profesional.

    • Existe una aceptación de la mujer como profesional no solamente en puestos de trabajo no cualificados.

    • Se da una integración de la mujer en las empresas en puestos de dirección y como ejecutivas.

  • Cambios en la cualificación de la mujer

  • Paralelamente a los cambios del entorno social que han favorecido la incorporación de las mujeres al mundo laboral, también se ha producido una importante evolución en su cualificación, motivada por los siguientes aspectos:

    • El acceso masivo de las mujeres a la enseñanza superior.

    • El aumento de sus conocimientos profesionales, mediante la especialización.

    • La formación permanente (ocupacional, de adultos, reciclajes profesionales, etc.).

    • El incremento de la experiencia, derivada del mayor porcentaje de mujeres en el mundo laboral.

    No hace tantos años, la presencia de las mujeres en las universidades era minoritaria y en algunas facultades prácticamente inexistente. Pero en las últimas décadas, el acceso de la mujer a la enseñanza superior ha sido masivo. Hoy día las mujeres constituyen más de la mitad de alumnos de las facultades y escuelas universitarias; únicamente en las escuelas técnicas superiores continúan sido minoría, especialmente en las carreras pertenecientes el área de ingeniería y tecnología.

  • La motivación de las mujeres emprendedoras

  • En el informe La actividad empresarial femenina en España, publicado por el Instituto de la Mujer el año 1990, se destacan las siguientes motivaciones principales de las mujeres para crear su propia empresa:

    • Ocupacionales.

    • Realización personal.

    • Empresariales.

    • Bienestar económico.

    Según las investigaciones sobre la motivación empresarial, el aspecto económico no figura casi nunca en primer lugar entre los emprendedores, mientras que en las mujeres ganar dinero no es casi nunca una motivación intrínseca para crear una empresa, sino que va vinculada a un deseo de independencia económica directamente relacionado con su autorrealización.

    1 Comment:

    1. daniela said...
      Bueno saber un poco de historia con respecto a la introducción de la mujer al entorno laboral...buen blog tatá :)

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