viernes, 30 de octubre de 2009

LA INCORPORACIÓN DE LA MUJER AL MUNDO LABORAL

A partir de 1984, se produce una incorporación masiva de la mujer al mundo laboral. Desde 1984 a 1989, un millón de mujeres ha tenido acceso al desempeño de una actividad profesional. Durante el último trimestre de 1994, el número total de mujeres ocupadas era de más de cuatro millones, que representa el 34% del total de trabajadores del Estado español. El incremento del paro experimentado los últimos años ha afectado también, lógicamente a la mujer trabajadora: el ultimo trimestre de 1994 se llegó a la cifra de 1.857.500 mujeres desempleadas.

Las mujeres desempleadas en general, y sobre todo las mujeres que quieren reincorporarse a la actividad laboral después de estar apartadas unos años del mundo laboral, no tienen facilidades para conseguir un puesto de trabajo asalariado. Este hecho ha provocado que muchas mujeres en estas circunstancias hayan tomado la decisión de montar una pequeña empresa o de crear su propio puesto de trabajo, aprovechando la experiencia laboral y profesional adquirida.

  • Cambios en el entorno social

  • Tradicionalmente, las mujeres siempre han podido intervenir mucho menos tiempo en su vida profesional que los hombres. La existencia de unas costumbres sociales todavía muy arraigadas constituye uno de los principales obstáculos con que se encuentra la mujer para poder desenvolverse profesionalmente. Sin embargo en los últimos años muchas cosas han cambiado en este sentido, y la mujer ha ido accediendo al mundo del trabajo de una forma más regular. Para ello, han sido determinantes los siguientes factores:

    • Matrimonios a edad más avanzada.

    • Planificación de la maternidad.

    • Independencia de la mujer en el ámbito de la pareja.

    • Aumento de la tecnología doméstica.

    • Aumento de servicios personales (servicios domésticos, escuelas infantiles...).

    • Incremento del consumo familiar.

    • Esperanza de vida más larga.

    Todos estos cambios han perfilado la evolución de la sociedad en los últimos años, e inciden en una mayor disponibilidad de tiempo por parte de la mujer y en su independencia económica. Es evidente que todos estos cambios han sido fruto de una transformación socioeconómica, y de la manera de vivir y concebir el mundo, que ha derivado hacia un cambio en la mentalidad de la gente.

    Estos cambios económicos y sociales han mejorado la calidad de vida y han provocado un incremento del consumo. La creación de una nueva clase media con un ritmo de vida que no se puede mantener únicamente con el sueldo del hombre, ha obligado a la mujer a adquirir una formación y cualificación profesional para poder acceder a un puesto de trabajo, y ha procurado situarse a un alto nivel de competitividad para mantenerlo.

  • Cambios en el mercado laboral

  • Los cambios técnico-científicos tan acelerados que han generado la economía y la producción de bienes y servicios en el último cuarto de siglo, así como la internacionalización financiera, productiva y de mercados a nivel mundial, han alterado totalmente las ofertas laborales locales, las relaciones de producción y el concepto mismo de trabajo.

    El concepto de estructura empresarial ha evolucionado considerablemente, en el sentido de que se precisan organizaciones reducibles muy cualificadas y polivalentes para atender la producción de bienes y servicios que genera la empresa, y los nuevos modelos deben tender a reducir al máximo las propias estructuras para reducir el capital de gastos fijos. El objetivo radica en no comprometer el futuro de la empresa a costa de soportar unos gastos de personal improductivos en épocas de recesión de las demandas. Por tanto, se imponen las estructuras externas, flexibles, de colaboración circunstancial, tanto de una obra directa como indirecta.

    Del crecimiento del sector de servicios, del incremento del trabajo autónomo, de las profesiones liberales y de los free-lance, y de la flexibilidad de las estructuras empresariales se deduce que está adquiriendo mucha preeminencia el sector del autoempleo en las profesiones liberales o independientes, que se dan de alta como autónomos y prestan sus servicios en una o diversas empresas de forma externa.

    La diversificación progresiva del mercado de trabajo y el papel cada vez más esencial de la especialización para poder cubrir determinadas necesidades son factores decisivos en el acceso de las mujeres al mundo laboral. de las transformaciones que se están produciendo se derivan las siguientes consecuencias:

    • La mujer ha demostrado su capacidad, aun cuando no se haya aprovechado en un porcentaje muy elevado.

    • Se ha incrementado la competencia profesional femenina.

    • La mujer escoge carreras con mayor potencial de desarrollo profesional.

    • Existe una aceptación de la mujer como profesional no solamente en puestos de trabajo no cualificados.

    • Se da una integración de la mujer en las empresas en puestos de dirección y como ejecutivas.

  • Cambios en la cualificación de la mujer

  • Paralelamente a los cambios del entorno social que han favorecido la incorporación de las mujeres al mundo laboral, también se ha producido una importante evolución en su cualificación, motivada por los siguientes aspectos:

    • El acceso masivo de las mujeres a la enseñanza superior.

    • El aumento de sus conocimientos profesionales, mediante la especialización.

    • La formación permanente (ocupacional, de adultos, reciclajes profesionales, etc.).

    • El incremento de la experiencia, derivada del mayor porcentaje de mujeres en el mundo laboral.

    No hace tantos años, la presencia de las mujeres en las universidades era minoritaria y en algunas facultades prácticamente inexistente. Pero en las últimas décadas, el acceso de la mujer a la enseñanza superior ha sido masivo. Hoy día las mujeres constituyen más de la mitad de alumnos de las facultades y escuelas universitarias; únicamente en las escuelas técnicas superiores continúan sido minoría, especialmente en las carreras pertenecientes el área de ingeniería y tecnología.

  • La motivación de las mujeres emprendedoras

  • En el informe La actividad empresarial femenina en España, publicado por el Instituto de la Mujer el año 1990, se destacan las siguientes motivaciones principales de las mujeres para crear su propia empresa:

    • Ocupacionales.

    • Realización personal.

    • Empresariales.

    • Bienestar económico.

    Según las investigaciones sobre la motivación empresarial, el aspecto económico no figura casi nunca en primer lugar entre los emprendedores, mientras que en las mujeres ganar dinero no es casi nunca una motivación intrínseca para crear una empresa, sino que va vinculada a un deseo de independencia económica directamente relacionado con su autorrealización.

    jueves, 29 de octubre de 2009

    Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo

    Según la V Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo, para reducir el número de lesiones y patologías es fundamental establecer y llevar a cabo unas normas básicas de prevención.

    Y es que, con respecto a 1999, se ha detectado un mayor número de enfermedades o lesiones entre los trabajadores españoles. Un 5,3% de las personas que desarrollan su labor en el sector servicios asegura sufrir síntomas compatibles con cuadros de estrés. Sin embargo, las consultas más frecuentes realizadas a los médicos están relacionadas con dolores de espalda y cuello.

    Una forma de evitar situaciones perjudiciales para la salud es que el trabajador y la empresa tomen medidas que fomenten la seguridad y el bienestar del profesional. Los siguientes consejos son algunas estrategias que se deben tener en cuenta si se quieren evitar accidentes y mantenerse sano:

    • Cumplir un horario: hacer horas extras o realizar una jornada laboral excesiva conlleva un mayor número de accidentes y lesiones.

    • Las zonas de paso y las salidas deben permanecer sin obstáculos.

    • El lugar de trabajo debe estar limpio y ordenado.

    • Si se manejan cargas, la espalda debe mantenerse recta y los pies firmemente apoyados.

    • Ante cualquier anomalía eléctrica es conveniente avisar al equipo de mantenimiento en lugar de intentar solucionar el problema.

    • En un mismo enchufe no se deben conectar varios aparatos eléctricos.

    • Si en el trabajo se manipulan productos químicos hay que utilizar las protecciones adecuadas y tener a mano el teléfono de Urgencias Toxicológicas.

    • Si la jornada laboral se desarrolla delante de un monitor: la espalda debe estar recta, el asiento debe regularse, la pantalla no debe mostrar reflejos, la distancia mínima de los ojos al ordenador o televisión debe ser 40 cm y tras dos horas de trabajo se debe cambiar de posición.

    • Los profesionales que empleen un vehículo como medio de trabajo, deben respetar las normas de seguridad vial y llevar puesto el cinturón de seguridad.

    • El estrés puede evitarse o reducirse si se planifican las tareas adecuadamente, estableciendo las de mayor carga de trabajo al comienzo de la jornada y llevando a cabo períodos de descanso.

    • El empresario debe mantener el lugar de trabajo en unas correctas condiciones: instalaciones eléctricas, calefacción, extintores o tuberías deben ser revisados periódicamente y puestos al día para fomentar la seguridad en el entorno laboral.

    • Por último, es recomendable llevar a cabo las pruebas médicas rutinarias establecidas por el servicio de prevención de la empresa. Si el trabajador es autónomo, debe vigilar periódicamente su salud, es la mejor forma de prevenir la aparición de enfermedades o atajar a tiempo algunos trastornos.

    Mayor participación de la mujer en el mercado laboral disminuye pobreza

    Ministro Solari explicó que en los últimos años la cantidad de mujeres trabajando no ha aumentado, lo que constituye un gran problema en países como el nuestro, donde se requiere de su trabajo para resolver el tema de la pobreza, precisando además que muchas veces son las jefas de hogar.

    El Ministro del Trabajo, Ricardo Solari, lamentó que en los últimos años las mujeres no hayan aumentado su participación en el mundo laboral, ya que “países como el nuestro requieren de su trabajo para salir de la pobreza”.

    El Secretario de Estado se refirió al tema durante su intervención en un diálogo abierto, en el que también participó el Presidente Ricardo Lagos y la Ministra del Sernam, Cecilia Pérez, con un centenar de mujeres trabajadoras que asumieron roles de liderazgo sindical en organizaciones constituidas con posterioridad a la Reforma Laboral.

    En lo últimos 18 meses se han creado 1.247 nuevos sindicatos, más del doble de los que se formaron, en igual período, antes de la entrada en vigencia de la nueva formativa. Lo que significa que hay otros 46 mil trabajadores sindicalizados, de ellos 12 mil son mujeres.

    Solari precisó que “del año 2001 hasta la fecha ha aumentado el número de sindicatos y de trabajadores y trabajadoras sindicalizadas, pero lo más importante es que se están constituyendo sindicatos y afiliando personas en empresas nuevas donde nunca hubo experiencia sindical”.

    En cuanto al rol asumido por la mujer en el ámbito sindical, el Ministro del Trabajo manifestó que si bien la participación de la mujer en el mundo laboral creció con fuerza en la década del ´90´, se detuvo al igual que el sindicalismo antes de la Reforma Laboral. Lo que constituye un grave problema para el país.

    “En los últimos años la cantidad de mujeres trabajando no ha aumentado y eso es un problema porque los países, como el nuestro, requieren de su trabajo para resolver el tema de la pobreza. Muchas veces ellas son jefas de hogar por lo que requieren de un ingreso, en caso contrario, les permitirá contar con dos ingresos en el hogar”, indicó.

    La autoridad explicó además que las mujeres incorporadas al mundo del trabajo tienen autoestima, dignidad, participan y transforman un mundo laboral “de modo poderoso. Por eso para nosotros un tema importante y, por tanto, las medidas que tomemos tienen que jugar dos roles: proteger los derechos de las trabajadoras y al mismo tiempo no afectar las posibilidades de que nuevas mujeres se incorporen al mundo laboral”. Esto último en relación al derecho de las trabajadoras de contar con sala cuna.

    “La ley vigente está hecha de un modo que desincentiva a los empleadores a contratar mujeres porque deben asumir el costo de la sala cuna cuando tienen 20 o más trabajadoras. Lo ideal sería contar con un sistema de financiamiento que no sea de costo del empleador y que permita a todas las trabajadoras gozar de este beneficio”, concluyó.

    Diferencias Laborales.


    Hace seis u ocho años atrás la discusión se centraba más bien en la baja tasa de participación laboral femenina. Hoy ésta, sin perjuicio que sigue siendo baja comparada con el resto del mundo y en especial con Latino América, ha aumentado por lo que la discusión se centra en otros puntos a saber: la brecha salarial y la escasa participación de la mujer en cargos directivos.
    Según el último informe de empleo del OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), las mujeres a nivel mundial ganan un 17 % menos que los hombres. En nuestro país la cifra alcanza el 30% llegando al 56% en el caso de doctoras o magíster. En cuanto a la participación de las mujeres en puestos directivos: 6,7 % es la cifra oficial. Ahora, un estudio realizado por la empresa de head hunting “Heidrick & Struggles” en el período 2002-2008, publicado recientemente, señala que la cifra ascendería al 13% (cabe señalar que el promedio en América Latina es del 18%).

    El Gran trabajo oculto...




    Las crisis exigen de las mujeres una mayor dedicación a la solución de los problemas familiares y comunales. Deben asumir los problemas emocionales de sus familiares desempleados, hacer trámites diversos en instituciones y servicios, y desplazarse permanentemente para buscar mejores precios de la comida y el vestuario. Cuando el Estado deja de responsabilizarse por algunas funciones en la salud o la educación, son las mujeres quienes se hacen cargo. Ellas, por ejemplo, continúan el tratamiento de los parientes enfermos en sus casas. La falta de un sistema de cuidado infantil apropiado, más difícil de implementar ante la necesidad de hacer ahorros en el presupuesto público, o la disminución de personal de salas cuna y jardines infantiles, intensifica su jornada de trabajo. La atención deficiente de algunos nuevos problemas, como el aumento del embarazo adolescente, la drogadicción o el sida entre los jóvenes, las enfrenta a situaciones nuevas para las cuales no están preparadas ni cuentan con el apoyo adecuado de programas especializados. Estas nuevas tareas se agregan a las otras que ya realizan como si ellas tuviesen un tiempo disponible elástico. Es comprensible entonces, que sufran muchas veces estrés y depresión y, en estos casos, una vez más son otras mujeres las que les apoyan, porque los servicios públicos dan poca importancia a los programas de salud mental.
    Sin embargo, las mujeres mantienen un espíritu constructivo y son las primeras en responder a distintas iniciativas para mejorar los servicios, la seguridad de sus barrios y los nuevos problemas que enfrenta la sociedad. Participan en las juntas de vecinos, en las reuniones de colegio y en distintas organizaciones para mejorar la calidad de vida. Tienen enormes recursos como lo demostraron en los duros años de la represión y de crisis en los 80, en los que se organizaron para defender los derechos humanos, levantar ollas comunes y sostener el grupo familiar.
    A pesar de ello, el aporte de las mujeres no es reconocido ni valorado. Son escasamente retribuidas, no se las consulta, sus puntos de vista y experiencias no son considerados en la toma de decisiones públicas.

    Tópicos sobre la Mujer Trabajadora


    La sociedad, dentro de los roles que establece para hombres y mujeres, también establece qué profesiones puede ejercer un sexo y otro. Hay profesiones que se han considerado masculinas: electricistas, taxistas, mecánicos, ingenieros, arquitectos, pilotos, etc. Mientras las mujeres han sido empleadas del hogar, azafatas, profesoras, telefonistas, secretarias, etc.
    Desde hace ya algún tiempo existen campañas para ofrecer un acceso igualitario para ambos sexos a los puestos de trabajo, de manera que no es un problema que una mujer acceda a un puesto de trabajo en una empresa donde los empleados han sido tradicionalmente hombres. Además, el desarrollo tecnológico permite que la mujer ocupe puestos que antes se consideraban masculinos por el esfuerzo físico que implicaban o por su peligrosidad.

    No obstante, aún se hace necesaria una campaña que acabe con algunos tópicos relacionados con la mujer y el mercado laboral. Es común por ejemplo, creer que mientras que el hombre necesita un trabajo, la mujer trabaja sólo porque quiere, no por necesidad. Una mujer puede tener necesidad de un empleo e ingresos propios, como cualquier hombre, para sus necesidades, las de su familia, para ser más independiente, o simplemente para desarrollarse como persona.
    La doble jornada que se ve obligada a realizar la mujer, en el trabajo y en casa, habitualmente le ha impedido tener la disponibilidad laboral que podía tener el hombre. Esto ha vetado en muchas ocasiones el acceso de la mujer trabajadora a puestos de responsabilidad o de dirección, y , en caso contrario lo haría a costa de perder tiempo con su familia o, incluso, renunciando totalmente a ella.
    El mundo laboral, los horarios y la forma de relacionarse, es todavía masculino, y reproduce el esquema tradicional en el que el hombre trabajaba fuera de casa, mientras que la mujer permanecía en el hogar. La familia sigue siendo una carga femenina. Así por ejemplo, se cree que una mujer falta mucho más al trabajo que un hombre. Si esto es así, es porque, mientras los hombres se ausentan para realizar gestiones administrativas, las mujeres lo hacen normalmente por cuestiones familiares, como acudir al médico con sus hijos, resolver el problema de que ha fallado la niñera, etc.






    Aquí unas imágenes que encontramos por ahí y que reflejan la realidad de las dueñas de casa, que si bien no forman parte del mundo laboral propiamente tal, realizan un trabajo escencial dentro de la familia y de paso en la sociedad.

    Día Internacional de la Mujer Trabajadora


    El 8 de marzo de 1908 ocurría un grave suceso en la historia del trabajo y de la lucha sindical.Cerca de 130 trabajadoras de la fábrica Cotton de Nueva York, se declaraban en huelga y ocupaban el lugar donde estaban empleadas. Su reivindicaciones eran simples y justas: conseguir una jornada laboral de 10 horas, salario igual que el de los hombresy una mejora de las condiciones higiénicas. El dueño de la empresa ordenó cerrar las puertas, y provocar un incendio,con la intención de que las empleadas desistieran de su actitud.Sin embargo, las llamas se extendieron y no pudieron ser controladas.La mujeres murieron abrasadas en el interior de la fábrica.Dos años más tarde, en plena época del funcionamiento de la II Internacional,se convocó en Copenhague una reunión de mujeres socialistas, en la que la revolucionaria alemana, Clara Zetkin, propuso celebrar, el 8 de marzo en recuerdo de la muerte de estas trabajadorasy denominarlo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.


    Fuente: http://www.mariisol.com/madres/dia de la mujer.html

    Los Diez NO de la Mujer Trabajadora



    Con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora (2009), la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) preparó un Decálogo con los
    "diez NO" aconsejables que las mujeres deben decir para que puedan conciliar mejor la vida laboral, personal y familiar.


    1. NO renuncies a tu vida privada a favor de tu vida profesional o viceversa. Poder conciliar ambas es un objetivo irrenunciable. Hay que desterrar el tópico de que una mujer sólo puede progresar en su carrera profesional si descuida su vida privada y familiar. Conciliar no es trabajar menos, es hacerlo de manera más eficaz y productiva.

    2. La casa NO es un segundo trabajo. Las tareas domesticas NO son el segundo trabajo de la mujer, ni algo que se espera que haga. Erradica de tu cabeza y de la de los demás esa idea. La casa forma parte de tu vida personal y las responsabilidades que acarrea deben ser compartidas.

    3. NO aceptes el concepto “mi marido ayuda en casa”. En lo concerniente a las tareas de la casa y a los hijos, el hombre no debe ayudar ni colaborar, debe compartir las tareas con la mujer, en igualdad de condiciones.

    4. NO asumas sola la educación de tus hijos. Los hijos son tanto tuyos como de tu pareja. Es importante que el niño/a pase tiempo con los dos y tenga presente que ambos jugáis el mismo papel junto a él. NO que papá trabaja y mamá se ocupa de las cosas de la casa.

    5. Aprende a decir NO en el trabajo. Es muy importante saber decir NO a los superiores y compañeros de trabajo ante determinadas peticiones que no corresponden a tus funciones o bien suponen un incremento en tus horarios laborales.

    6. NO estamos en el siglo XX. En la época de nuestros padres y abuelos, los roles de hombre y mujer se repartían de otro modo. El hombre trabajaba fuera de casa y la mujer lo hacía dentro de ella, con lo que su tiempo se ocupaba de diferente manera. Hoy ese reparto ya NO tiene sentido.

    7. Los hijos NO son un lujo sino un derecho y una gran responsabilidad. Tener hijos es un derecho natural de todas las mujeres, así como atenderlos y dedicarles el tiempo necesario. NO permitas que nadie insinúe que son un lujo o un capricho.

    8. La conciliación NO es un favor que hacen las empresas. Ni la mujer tiene que justificarse cuando reclama tiempo para conciliar, ni las empresas le están haciendo ningún favor cuando se lo conceden.

    9. NO permitas que tu jornada laboral se incumpla. Exige que tu jornada laboral acabe a su hora, y que los permisos especiales y reducciones de jornada que te corresponden se cumplan rigurosamente según lo estipulado.

    10. NO des tu causa por perdida. NO te canses en reclamar tus derechos en cualquier circunstancia y situación al tiempo que cumples con tus deberes. Sólo de esta manera se logrará que las empresas, las administraciones y la sociedad tengan presente la desigualdad que tiene la mujer frente al hombre en todos los ámbitos de la sociedad.


    Sobre ARHOE...

    La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles es una entidad sin ánimo de lucro cuyos fines son concienciar a la sociedad sobre el valor del tiempo y la importancia de su gestión, y promover medidas que faciliten una racionalización de los horarios en España. La Comisión Nacional está integrada por los representantes de 112 instituciones y entidades; 7 ministerios, 10 comunidades autónomas, empresarios, sindicatos, universidades, sociedad civil, etc., etc. La Comisión Nacional tiene un brazo ejecutor que es ARHOE -Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles- y el Observatorio de los Horarios Españoles.

    Del Hogar al Mundo Laboral

    El papel de la mujer en la sociedad actual dista mucho de la figura del ama de casa que no trabaja y que debe su tiempo y su vida al hogar y a los hijos. De su dedicación al ámbito privado y familiar, la mujer ha saltado, cuantitativa y cualitativamente, al mundo laboral.
    La historia de la mujer siempre ha quedado inscrita en el ámbito familiar y privado, al cuidado de los hijos y al mantenimiento de la casa. Mientras, el hombre era el encargado de llevar el dinero al hogar, como consecuencia de su arduo trabajo.
    El cambio cualitativo comenzó a darse en la mitad del siglo XX, después del fin de la Segunda Guerra Mundial, dándose en Europa y en el resto del mundo una recuperación económica y social muy importante que abrió nuevos caminos en las formas de organización de las sociedades modernas: concesión de derechos civiles y políticos a las mujeres, el acceso pleno a la ciudadanía, etc.
    Sin embargo, la condición de la Mujer varía sustancialmente de una nación a otra, siendo en los países desarrollados donde la incorporación de la mujer al trabajo se ha dado de una manera más efectiva, intentado llegar a la igualdad de condiciones, de derechos y de salario. Aspectos en los que todavía queda mucho por hacer. Y es que la mujer, aún encuentra trabas para compatibilizar su vida profesional con su vida familiar. Aquellas que se incorporan al trabajo, a pesar de que ven reducido su tiempo considerablemente, no abandonan su actividad constante como cuidadoras de su hogar y de sus pequeños. Surge, en muchos casos, un exceso de responsabilidades y cargas tanto familiares, como laborales.
    Como consecuencia, surge un mal muy extendido entre las madres trabajadoras, un trastorno real que llena las consultas y que afecta a millones de mujeres en países desarrollados: el síndrome de la superwoman, concepto que deriva de la constante búsqueda de la perfección por parte de las mujeres quienes procuran ser eficientes en su trabajo, mantener y llevar la casa y ocuparse de los hijos, de la mejor manera posible y eficaz. Pues bien, muchas veces esta búsqueda de perfección genera en las mujeres madres y trabajadoras trastornos físicos importantes: dolores, insomnio, jaquecas y estrés.
    Este último, afecta por igual a mujeres y a hombres. Sin embargo, la mujer sufre un tipo de trastorno más específico, un tipo de estrés relacionado con su condición de madre y trabajadora. El síndrome de la súper mujer afecta a todas aquellas que quieren hacerlo todo sin ayuda externa alguna, se dejan llevar por el ritmo que impone la vida cotidiana en las sociedades modernas y pretenden cumplir, a la perfección, con todas y cada una de las responsabilidades, tanto de la casa y los hijos, como del trabajo.

    Discriminación de Género



    Durante la Convención de la ONU, sobre “Eliminación de cualquier forma de discriminación contra la mujer” realizada el 18 de Diciembre de 1979, se define como discriminación a la “total distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad de hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquiera otra esfera”.
    Específicamente, en lo que concierne al campo laboral la división sexual del trabajo ha supuesto que hombres y mujeres se sitúen en distintos sectores y en diferentes puestos, encontrándose éstas últimas en los sectores de menor peso económico y en las categorías laborales más bajas y peor remuneradas incluso cuando desarrollan tareas similares a la de sus compañeros.
    Esta situación conlleva además una seria desvalorización de las capacidades femeninas puesto que las tareas donde la mujer tiene mayor y casi exclusiva presencia, son aquellas en las que se produce una prolongación de las tareas tradicionalmente asignadas a las mujeres en el ámbito familiar-social:educación, sanidad, textil, servicios de limpieza, restauración y hostelería, etc. Del mismo modo las mujeres se ven más afectadas por factores de precariedad como el tener una mayor tasa de temporalidad, de contratación a tiempo parcial y ocupar el grueso de la economía sumergida. Junto con esto, en períodos de recesión económica, los puestos de trabajo de las mujeres son los primeros que se suprimen.
    Por otra parte, el hecho de que en el ámbito privado la responsabilidad sobre los miembros de la familia y el hogar siga recayendo principalmente sobre las mujeres ha provocado la «doble presencia» o «doble jornada», que supone, además de la sobrecarga de trabajo, una limitación a la hora de optar a promociones o cambios de trabajo, ya que el tiempo que se puede dedicar al estudio y la formación se reduce fuertemente. En el caso contrario, cuando se opta por «sacrificar» la vida familiar en favor del trabajo, los sentimientos de culpabilidad a menudo influyen sobre la autoestima, generando también malestar e insatisfacción.
    *Economía sumergida: aquella que pertenece ajena al control del Estado y que, por ende, no aparece en las estadísticas comerciales ni se toman en cuenta en el cálculo del Producto Interno Bruto.

    Salud laboral


    La salud laboral se construye en un medio ambiente de trabajo adecuado, con condiciones de trabajo justas, donde los trabajadores y trabajadoras puedan desarrollar una actividad con dignidad y donde sea posible su participación para la mejora de las condiciones de salud y seguridad.

    El trabajo puede considerarse una fuente de salud porque con el mismo las personas conseguimos una serie de aspectos positivos y favorables para la misma. Por ejemplo con el salario que se percibe se pueden adquirir los bienes necesarios para la manutención y bienestar general. En el trabajo las personas desarrollan una actividad física y mental que revitaliza el organismo al mantenerlo activo y despierto. Mediante el trabajo también se desarrollan y activan las relaciones sociales con otras personas a través de la cooperación necesaria para realizar las tareas y el trabajo permite el aumento de la autoestima porque permite a las personas sentirse útiles a la sociedad.

    Para cualquier trabajador, la enfermedad mas comun estando en un trabajo es el estres, ya que ahora con la velocidad al que esta sometido el mundo el trabajo esta mas conpetitivo y mucho mas estricto, por tanto esto provoca esta enfermedad, que a llevado a muchos trabajadores al psicologo o a algun siquiatra si el estres es mas elevado.

    muchas de las empresas en chile estan tratando esto, para que sus trabajadores puedan trabajar mejor, por tanto han recurrido a las terapias grupales o las horas felices, las cuales consisten en sus mayoria hacer que los trabajadores hagan alguna actividad relajante como ejercicios, yoga o siemplemente jugar al play.


    Derechos de la mujer.



    Derechos: Son atributos o facultades inherentes a la persona. No los confiere la ley o la autoridad, sino que emanan de su propia naturaleza.
    Según la constitución política de 1980 los que los derechos fundamentales son “aquellos esenciales que emanan de la naturaleza humana” (Art. 5º, inciso 2º).

    La plena igualdad de sexos está hoy reconocida en la Carta Fundamental. La Ley de Reforma Constitucional 19.611 de 1999, consigna que “las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Hasta antes de esta modificación, el artículo 1º señalaba que “los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.

    NO DISCRIMINACIÓN
    El derecho a la no discriminación frente al empleo está consagrado en la Constitución Política del Estado (Art. 19, Nº 16, inciso 3º).
    El Código del Trabajo, por su parte, señala que “son contrarios a los principios de las leyes laborales los actos de discriminación”. Y entiende como tales “las distinciones, exclusiones o preferencias basadas en motivos de raza, color, sexo, edad, estado civil, sindicación, religión, opinión política, nacionalidad u origen social, que tengan por objeto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación”.

    La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer de la ONU, en tanto, obliga a los Estados partes a adoptar “todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo, a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, los mismos derechos”.

    La discriminación constituye una violación de los derechos enunciados por la Declaración Universal de los Derechos Humanos.


    REMUNERACIÓN IGUALITARIA
    El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, vigente en nuestro país desde 1989, consigna el derecho a “un salario equitativo e igual por trabajo de igual valor, sin distinciones de ninguna especie; en particular debe asegurarse a las mujeres condiciones de trabajo no inferiores a las de los hombres, con salario igual por trabajo igual”.


    MADRE TRABAJADORA
    La mujer que trabaja tiene un conjunto de derechos que se generan por el sólo hecho de la maternidad, sin que se requiera de una autorización previa u otra formalidad. La única exigencia que la ley establece es el certificado de un médico que acredite el estado de embarazo y los trámites propios de una licencia médica para el pago de los períodos de permiso que la ley otorga.
    No se puede condicionar la contratación, permanencia o renovación del contrato, o el ascenso de una mujer, a su estado de embarazo o posible embarazo.
    Algunos de estos derechos son:
    • Fuero maternal: Consiste en la imposibilidad, por un período determinado, de ser despedida de su trabajo, o que el empleador(a) ponga término a la relación laboral sin una autorización judicial previa. La duración del fuero comprende desde el momento de la concepción, es decir, desde el inicio del embarazo, hasta un año después de expirado el período postnatal o el período postnatal suplementario. No hay trabajadoras excluidas de este beneficio.

    Descansos y permisos: descanso pre y postnatal; permisos por enfermedad de una hija o hijo menor de un año; por resolución judicial; permiso por un hijo(a) menor de seis meses de edad que se tenga bajo tuición o cuidado personal, por resolución judicial; permiso para dar alimento a los hijos(as). Durante los períodos de pre y postnatal la mujer tiene prohibición absoluta de trabajar remuneradamente.

    • Subsidios: Son el pago a la mujer con descansos y permisos de maternidad de las remuneraciones o rentas imponibles que percibía antes de tales descansos. Equivale aproximadamente al 100% de dicha remuneración, dependiendo de la forma de cálculo. El período de subsidio coincide con el tiempo que dura el descanso pre y postnatal.

    • Sala cuna: Este derecho dispone la obligación de todo empleador(a), cuando una empresa tiene 20 o más trabajadoras, de mantener una sala anexa e independiente del local de trabajo donde las mujeres puedan dejar a sus hijos menores de dos años y darles alimentos. La ley no hace distinción alguna respecto de la edad, condición, estado civil u otro aspecto de la mujer para que tenga derecho a sala cuna.

    • Alimentación del hijo o hija: En virtud de la nueva Ley 20.166, las mujeres podrán hacer uso de este derecho, por el lapso de una hora, sea que los menores estén en sala cuna, en su hogar o donde la trabajadora lo elija. La madre podrá disponer de esa porción de tiempo en alguna de las siguientes formas a acordar con el empleador(a):
    a) en cualquier momento dentro de la jornada de trabajo;
    b) dividiendo la hora de que dispone en dos porciones,
    c) o postergando o adelantando el inicio y/o término de la jornada. En el caso de las empresas que tienen sala cuna, el tiempo empleado en traslado se considerará trabajado y el coste del transporte es por cuenta del empleador(a).

    • Asignación familiar: De acuerdo a una reciente modificación de la Ley de Asignación Familiar, toda madre podrá cobrar este beneficio en forma directa, para ella y sus hijos(as), sin que sea necesario el consentimiento del padre o beneficiario. También incluye a los menores que por sentencia judicial se encuentren bajo una medida de protección.

    • Trabajos perjudiciales para la embarazada: Estos son, entre otros, levantar, arrastrar o empujar grandes pesos; exigir un esfuerzo físico, incluido el hecho de permanecer largo tiempo de pie; laborar en horario nocturno; laborar en horas extraordinarias, y todo trabajo que la autoridad competente declare como inconveniente.

    A las Mujeres

    Parodia Arjona

    miércoles, 28 de octubre de 2009

    Dificultades que afectan en el mundo laboral de la mujer

    Diferencias biológicas

    Las diferencias biológicas en el tamaño, la fuerza muscular, influencian la manera como las mujeres efectúan su trabajo, por ejemplo, el tener que utilizar una proporción mayor de su fuerza las obliga a adoptar posturas incómodas. Durante el embarazo, el crecimiento del abdomen aleja a la mujer de su superficie de trabajo y la obliga a adoptar posturas exigentes.


    Responsabilidades familiares


    Uno de los factores que aumentan el riesgo de problemas músculo-esqueléticos es la falta de reposo. Las mujeres combinan el trabajo asalariado con el trabajo doméstico y se quejan más frecuentemente de estar fatigadas. La mayor parte de las investigaciones hechas en muchos países muestran que las mujeres dedican un mayor número de horas al trabajo doméstico y que este se acrecienta con el número de niños en la familia.

    Factores hormonales


    Algunos científicos han sugerido que las hormonas femeninas (estrógenos) podrían ser una de las causas de ciertos problemas músculo-esqueléticos como el síndrome del túnel del carpo. Sin embargo, los resultados no son concluyentes e incluso son contradictorios.

    Las mujeres expresan más sus problemas


    En general, las mujeres refieren más síntomas que los hombres cualesquiera que sea la región del cuerpo que se estudie. Una de las explicaciones puede ser que la percepción del dolor difiere entre hombres y mujeres. Pareciera que la percepción de dolor por presión es más desarrollada en la mujer que en el hombre, lo mismo pasa con la percepción de calor o frío. Sin embargo, queda aún mucho por investigar en este campo.

    Factores organizacionales

    Los efectos de la organización del trabajo en la salud son mediados por las emociones y pueden tener un impacto importante en la salud. Los mecanismos psicológicos son importantes para las mujeres. Se ha hablado de neurosis y de histeria para explicar los problemas músculo-esqueléticos. Pensamos que los problemas de las mujeres son atribuidos a su psicología porque se les cree muy poco; no se conoce bien su fisiología y los diagnósticos no son fáciles, las mujeres se quejan más y sus condiciones de trabajo no parecen ser difíciles aunque en realidad lo sean.

    Desigualdad de sueldos


    La mujer se ocupa de su profesión y de su familia con gran versatilidad, pero sus esfuerzos no se ven reflejados en un buen sueldo, ya que ésta, por igual trabajo, cobra hasta un 20 % menos que el hombre.

    La brecha salarial que existe entre ambos va desde un 14 a un 20%, siendo mayor en los puestos más calificados. Hoy sólo un 11% de las mujeres ocupa puestos ejecutivos y un 60 % es afectado por el empleo no registrado.

    Esto es lo que reveló la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), la cual además afirma que en los últimos años la diferencia de remuneración se amplió, ya que a fines de los noventa sólo era de un 12% a un 15%.

    Vale aclarar que según los expertos la diferencia salarial entre hombres y mujeres de similares características laborales se da comúnmente en los países en desarrollo. En cambio, en los más desarrollados la brecha salarial es muy pequeña (oscila entre 2% y 3%).

    Esto se debe a que “hubo legislación en ese sentido, y además porque con la globalización las habilidades de las mujeres se valorizan mucho en esos mercados”, afirma la economista de FIEL, Marcela Cristini.

    HOY, por suerte, existen otras posibilidades de progreso. Quien desee ganar en medida de lo que trabaja puedo emprender un negocio propio o simplemente dedicarse al teletrabajo. Para ello hay lecturas interesantes, como “La mujer y el trabajo”,
    escrito por Martha Alles.

    martes, 27 de octubre de 2009

    Acoso hacia la mujer



    Por acoso sexual en el medio laboral la OrganizaciónInternacional del Trabajo (OIT) entiende la práctica reiterada de diversas conductas de connotación sexual (en una escala que va desde chistes y piropos a chantajes, asalto y “tocamientos”) por parte de una persona (en especial un “superior jerárquico”) hacia otra que no lo desea. Las mujeres son, de lejos, las principales víctimas de estas prácticas.


    El estudio revela que el hostigamiento sexual se puede producir entre personas de todo el escalafón laboral, tanto entre personal cualificado como entre trabajadores de menor cualificación y que puede afectar tanto a una mujer de 20 años como a una de 40.
    No se puede definir una víctima tipo, si bien algunas mujeres son más vulnerables que otras. Casi un 30% de los incidentes de acoso han tenido como protagonista a una trabajadora sin contrato. Otro dato significativo es que el 40% de las víctimas están separadas o divorciadas; parece ser que una pareja estable genera un cierto respeto que inhibe a los acosadores.











    Mujer: pre y post natal


    Actualmente , la ley establece como Derechos de la mujer trabajadora:



    · Fuero maternal

    · Subsidio maternal

    · Permiso por enfermedad grave del hijo menor de un año

    · Sala cuna

    · Permiso para la alimentación del hijo

    · Prohibición del test de embarazo

    · Permiso pre y post natal


    Derecho de la mujer a descansar seis semanas antes del parto, y doce semanas después de él . Puede extenderse este descanso por indicación médica.

    La remuneración del período de descanso es reemplazado por el subsidio maternal ( a cargo del Estado).

    Fundamento del descanso maternal

    La protección del que está por nacer, cuidando la unidad feto-placentaria.



    En el tercer trimestre del embarazo los órganos más importantes de la mujer (riñones, hígado, corazón) funcionan a su máxima capacidad , por lo cual, cualquier factor externo como estrés, mala alimentación, sobre esfuerzo físico etc, pueden desencadenar:

    · Parto prematuro

    · Desprendimiento de placenta (con 99% de mortalidad fetal)

    · Retardo del crecimiento fetal.

    Se debe considerar además que las mujeres trabajadoras remuneradas suelen tener una doble jornada de trabajo al tener que realizar labores domésticas y que muchas veces deben realizar largos desplazamientos para llegar a su lugar de trabajo.

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